Ya contamos con el cartel correspondiente al mes de octubre -gentileza, como siempre, del artista Alberto Labad: www.labad.es
Os esperamos.
sábado, 29 de septiembre de 2012
Cartel Hypomnemata octubre
Ya contamos con el cartel correspondiente al mes de octubre -gentileza, como siempre, del artista Alberto Labad: www.labad.es
Os esperamos.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Lectura para el mes de octubre
La lectura escogida para el mes de octubre es:
El elogio de la sombra, de Junichiro Tanizaki.
Está disponible en la editorial Siruela en formato de bolsillo a un precio de 9 euros.
El elogio de la sombra, de Junichiro Tanizaki.
Está disponible en la editorial Siruela en formato de bolsillo a un precio de 9 euros.
Para ponerlo en común, nos reuniremos en La Chistera el día 11 de octubre, jueves, a las 18:15. Todos/as sois bienvenidos.
martes, 18 de septiembre de 2012
Los peces no cierran los ojos - Reseña
Los peces no cierran los ojos, la última novela de Erri De Luca, autor de una cincuentena de libros, es su obra más autobiográfica hasta la fecha. Rememora en ella un verano transcurrido en una isla de la bahía de Nápoles cuando el escritor tenía diez años. El niño que nos presenta de Luca resulta un personaje singular. Se lamenta porque se ve a sí mismo como un ser descompensado, cuyo cuerpo no parece estar a la altura de una mente desarrollada a base de numerosas lecturas forjadas en la biblioteca paterna. Así, entiende mejor a los adultos que a los chicos de su edad y actúa en todo momento según sus propias reglas.
La novela consta de dos historias paralelas que giran en torno a dos parejas: una incipiente, infantil, se acerca; la otra, madura, en crisis, se distancia. O, mejor dicho, tres parejas si incluimos la relación entre madre e hijo, protagonistas, una y otro, de su respectiva historia, ante quienes gravita el vacío provocado por la ausencia -no se sabe si temporal o permanente- paterna. Las tramas, no exentas de suspense e incluso de violencia en uno de los casos, se ven complementadas con numerosos, aunque breves, apuntes biográficos, reflexiones, que iluminan no ya la trayectoria vital del autor sino la insalvable distancia entre aquel que De Luca fue y ese otro que hoy es.
Haciendo gala de ese laconismo, ese minimalismo que es seña de identidad del autor -su empleo de frases breves que se acompasan al ritmo de la respiración-, junto a su maestría a la hora de crear imágenes a través de las metáforas: "leer era como hacerse a la mar con la barca, la nariz era la proa, las frases, olas"; "éramos –los niños de su generación tras la Segunda Guerra Mundial- la espuma que dejó la marejada", De Luca recupera un buen número de sus obsesiones: Nápoles como destino, la gente sencilla –homenaje incluido al Neorrealismo a través de las artes de pesca de los isleños-, el goce de los sentidos, el misterio femenino, el contacto físico con el entorno, la violencia, el compromiso, la reivindicación de los seres vivos no humanos, la lectura, la escritura –"de palabra se dicen un montón de mentiras, pero cuando uno las escribe, entonces son verdad"-, las frases, las palabras, los libros…
Las páginas de Los peces no cierran los ojos desprenden la dulce nostalgia, la melancolía propia del fin del verano cuando la vid se halla pronta para la cosecha, cuando un hombre adulto echa la vista atrás y trata de reconocerse –con desigual fortuna- en el niño que una vez fue. Estamos ante una obra de madurez, como la uva lista para ser arrancada, que funde con sencillez los más diversos géneros: autobiografía, novela de formación, thriller, novela romántica, y que debería servir a De Luca para acceder, por fin, a un público más amplio.
La novela consta de dos historias paralelas que giran en torno a dos parejas: una incipiente, infantil, se acerca; la otra, madura, en crisis, se distancia. O, mejor dicho, tres parejas si incluimos la relación entre madre e hijo, protagonistas, una y otro, de su respectiva historia, ante quienes gravita el vacío provocado por la ausencia -no se sabe si temporal o permanente- paterna. Las tramas, no exentas de suspense e incluso de violencia en uno de los casos, se ven complementadas con numerosos, aunque breves, apuntes biográficos, reflexiones, que iluminan no ya la trayectoria vital del autor sino la insalvable distancia entre aquel que De Luca fue y ese otro que hoy es.
Haciendo gala de ese laconismo, ese minimalismo que es seña de identidad del autor -su empleo de frases breves que se acompasan al ritmo de la respiración-, junto a su maestría a la hora de crear imágenes a través de las metáforas: "leer era como hacerse a la mar con la barca, la nariz era la proa, las frases, olas"; "éramos –los niños de su generación tras la Segunda Guerra Mundial- la espuma que dejó la marejada", De Luca recupera un buen número de sus obsesiones: Nápoles como destino, la gente sencilla –homenaje incluido al Neorrealismo a través de las artes de pesca de los isleños-, el goce de los sentidos, el misterio femenino, el contacto físico con el entorno, la violencia, el compromiso, la reivindicación de los seres vivos no humanos, la lectura, la escritura –"de palabra se dicen un montón de mentiras, pero cuando uno las escribe, entonces son verdad"-, las frases, las palabras, los libros…
Las páginas de Los peces no cierran los ojos desprenden la dulce nostalgia, la melancolía propia del fin del verano cuando la vid se halla pronta para la cosecha, cuando un hombre adulto echa la vista atrás y trata de reconocerse –con desigual fortuna- en el niño que una vez fue. Estamos ante una obra de madurez, como la uva lista para ser arrancada, que funde con sencillez los más diversos géneros: autobiografía, novela de formación, thriller, novela romántica, y que debería servir a De Luca para acceder, por fin, a un público más amplio.
lunes, 10 de septiembre de 2012
De cara al encuentro del 13 de septiembre
No sé si alguien leerá este mensaje pero, en fin, allá voy.
Pensaba que de cara a nuestro próximo encuentro del día 13 estaría bien abordar algunos asuntos que contribuirían al rodaje de Hypomnemata:
Por ejemplo, fijar puntos para bookcrossing en ambos pueblos a fin de facilitar el intercambio de ejemplares de libros.
Fijar criterios de selección de los libros que leeremos.
Establecer un lugar de encuentro regular para una vez el calor nos deje.
Fijar, quizás, algún criterio para regular la moderación durante nuestros encuentros.
Son los asuntos que así, a bote pronto, se me ocurren. Merecería la pena dedicarles un rato el jueves. Si a alguien se le ocurre algún otro, por favor que nos lo comunique a fin de introducirlo en el debate.
Un saludo.
Pensaba que de cara a nuestro próximo encuentro del día 13 estaría bien abordar algunos asuntos que contribuirían al rodaje de Hypomnemata:
Por ejemplo, fijar puntos para bookcrossing en ambos pueblos a fin de facilitar el intercambio de ejemplares de libros.
Fijar criterios de selección de los libros que leeremos.
Establecer un lugar de encuentro regular para una vez el calor nos deje.
Fijar, quizás, algún criterio para regular la moderación durante nuestros encuentros.
Son los asuntos que así, a bote pronto, se me ocurren. Merecería la pena dedicarles un rato el jueves. Si a alguien se le ocurre algún otro, por favor que nos lo comunique a fin de introducirlo en el debate.
Un saludo.
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